¿Qué es una plaza vacante?
Un puesto vacante se refiere a una posición dentro de una organización que no está actualmente ocupada por ningún empleado. Esto significa que no hay una persona asignada a esa posición y, por lo tanto, la organización necesita encontrar a alguien adecuado para llenar ese puesto.
Una plaza vacante puede surgir por varias razones, como la creación de un nuevo puesto, la salida de un empleado anterior, la expansión de la organización o la necesidad de habilidades o conocimientos específicos para una tarea o proyecto en particular. En resumen, una plaza vacante representa una oportunidad para que una persona calificada se una a una organización y desempeñe un rol importante en su funcionamiento.
¿Qué es una plaza no vacante?
Una plaza no vacante, por otro lado, se refiere a una posición dentro de una organización que actualmente está ocupada por un empleado. Esto significa que ya hay una persona asignada a ese puesto y está desempeñando las responsabilidades asociadas con el mismo.
Una plaza no vacante puede surgir cuando un empleado actualmente en el puesto decide quedarse en la organización, cuando se contrata a alguien para llenar una plaza previamente vacante o cuando se promueve a un empleado a esa posición. En cualquier caso, una plaza no vacante indica que hay una persona ocupando ese puesto y no hay una apertura inmediata para otra persona.
Diferencias entre una plaza vacante y una no vacante
Ahora que comprendemos los conceptos básicos de una plaza vacante y una no vacante, exploremos algunas de las diferencias clave entre ambas:
Disponibilidad:
La diferencia más obvia entre una plaza vacante y una no vacante es si hay o no una oportunidad para alguien nuevo en la organización. Una plaza vacante ofrece una oportunidad para que una persona se una a la organización y ocupe ese puesto, mientras que una plaza no vacante indica que actualmente no hay una oportunidad inmediata disponible.
Proceso de contratación:
Cuando hay una plaza vacante, la organización generalmente debe pasar por un proceso de contratación para encontrar a la persona adecuada para el puesto. Esto implica la publicación de la vacante, la revisión de currículums, la realización de entrevistas y la selección del candidato más calificado.
En contraste, cuando una plaza no está vacante, no es necesario llevar a cabo un proceso de contratación completo, ya que el empleado actualmente en ese puesto ya está desempeñando las responsabilidades. Sin embargo, puede haber oportunidades para promociones internas o transferencias a otros departamentos dentro de la organización.
Tiempo de incorporación:
Cuando se llena una plaza vacante, el nuevo empleado necesita tiempo para familiarizarse con la organización, el rol y las expectativas asociadas con el puesto. Es posible que se requiera un período de capacitación o adaptación antes de que el nuevo empleado esté completamente integrado y productivo.
En el caso de una plaza no vacante, el empleado actual en el puesto ya tiene experiencia y conocimiento del trabajo. Por lo tanto, no es necesario un período de incorporación prolongado, ya que el empleado ya está familiarizado con los procedimientos y responsabilidades del puesto.
Oportunidades de crecimiento:
Una plaza vacante puede brindar oportunidades para el crecimiento profesional y el desarrollo de habilidades. Si un empleado actual se postula y es seleccionado para llenar una plaza vacante, puede avanzar en su carrera y asumir nuevas responsabilidades.
Por otro lado, una plaza no vacante puede limitar las oportunidades de crecimiento dentro de la organización. A menos que se abra un nuevo puesto o se produzca un cambio en la estructura de la organización, el empleado actual puede estar estancado en su posición actual sin oportunidades de ascenso.
Como podemos ver, existen diferencias significativas entre una plaza vacante y una no vacante. Si estás buscando un nuevo trabajo, es importante tener en cuenta si estás aplicando para una plaza vacante o una no vacante, ya que esto afectará el proceso de contratación y las oportunidades de crecimiento a largo plazo. Por otro lado, si ya tienes un empleo, es esencial comprender si el puesto al que aspiras está actualmente ocupado o está disponible para un nuevo candidato.